Ozono y otras terapias no convencionales propician más salud y bienestar emocional a nuestros amigos peludos.
El veterinario Marcelo de Oliveira Laurindo, que atiende en el Centro Veterinario de Anil, trabaja con la ozonoterapia. Se trata de una técnica a base del gas-obtenido por medio de un generador de ozono medicinal-, que puede ser utilizada como recurso para lidiar con patologías que van desde heridas a problemas gastrointestinales en cualquier animal.
La propuesta es inducir al organismo a producir antioxidantes, por lo que puede empezar a combatir el problema. El ozono tiene acción antibiótica, ya que las bacterias y los hongos no tienen resistencia a él. Los virus todavía están en estudios, pero sabemos que no pueden permanecer en el ambiente con el gas, explica Laurindo.
La terapia ha estado circulando desde hace alrededor de 60 años, pero sólo comenzó a ganar terreno en Brasil desde 2015. El gas se aplica a la carrocería a través de una jeringa o puede comunicarse con la piel a través de una técnica llamada de cápsula,bota o bolsa (cuando la herida es envuelta por una bolsa de plástico, inflado por el gas). La exposición de la dermis al contenido de la bolsa debe durar 30 minutos, de acuerdo con el veterinario. Al principio, el tiempo es suficiente para actuar en la cicatrización.
La jubilada María del Socorro Martins no encontró buenos resultados en la medicina convencional para tratar a Bonita, su gatita de 12 años, que sufre de insuficiencia renal. La solución fue la ozonoterapia.
Otra alternativa es la homeopatía. Popular entre los humanos, la terapia que usa medicamentos de todos los reinos de la naturaleza de manera diluida también se utiliza en el tratamiento de los síntomas físicos y de comportamiento de los animales. Para María Cristina Ribeiro, la técnica no es novedad. En el caso de la homeopatía veterinaria hace más de tres décadas, fue una de las fundadoras de la Asociación Médica Veterinaria Homeopática Brasileña (AMVHB) y actualmente es su representante en el estado de Río.
La mayoría de los pacientes de la veterinaria, que hace atención domiciliar, es de mascotas que toman las dos medicaciones (convencional y homeopática) para mejorar la calidad de vida. Según ella, los que no tuvieron resultados positivos al ser sometidos a terapias tradicionales están en busca de una segunda oportunidad. La yorkshire terrier Carlota Joaquina, de 11 años, es un ejemplo. Después de ser diagnosticada con hiperadrenocorticismo canino - enfermedad que alcanza las glándulas adrenales, aumentando la producción de cortisol -, su tutora, Elen Genuncio, vio en la homeopatía la oportunidad de tener más años de vida al lado de la pareja.
CUESTIONES COMPORTAMENTALES
Las cuestiones comportamentales, que tanto afligen a los seres humanos, no son exclusividad de quienes conviven con el estrés del día a día. Los animales también se ven afectados, y las terapias holísticas pueden ser buenas aliadas a la hora de ayudarlos. Es cuando entran en escena los florales (extractos líquidos sutiles preparados a partir de flores silvestres), que actúan en el equilibrio energético y emocional y en el bienestar del paciente.
Los florales de Bach son indicados para situaciones de emergencia en el día a día de la mascota o cuando él necesita ayuda en un problema emocional o conductual, como miedo de ruido alto, común en fuegos artificiales o truenos. Y también después de un choque o trauma, adaptación a la pérdida de un compañero o un nuevo ambiente. Y aún en demostraciones persistentes de agitación o fuerte ansiedad -dice ella, que recomienda los florales para perros, gatos, conejos, reptiles, pájaros y hasta peces.
Fuente original: www.oglobo.globo.com