Criterios primarios de la fisiopatología del tratamiento por hipergravedad, en patologías de esclerodermia, raynaud, lupus e insuficiencias cardiovasculares.
Una vez ubicado el paciente en posición horizontal en el equipo de hipergravedad, se encontrará expuesto a dos fuerzas naturales: la fuerza centrípeta y la fuerza centrífuga.
La primera, equivale a la fuerza ejercida por el centro de gravedad del equipo y la segunda a la fuerza de fuga emitida por la primera. La mayor aceleración gravitacional es ejercida por la fuerza centrífuga, de cabeza a los pies.
Este axioma se comprueba, visualizando el cuadro comparativo de las coordenadas de fuerza gravitacional relativas, efectuado para tal fin:
En síntesis, esta fuerza centrífuga expone al sujeto a variaciones de aceleración y desaceleración, alterando el metabolismo, con el propósito de obtener mejorías en los desordenes tóxicos que afectan al paciente a nivel molecular.
Nuestras investigaciones como así tambien la de otros profesionales del espectro médico, nos indican que esta terapia es recomendada preferentemente en patologías de: esclerodermia, lupus, Raynaud, Sjogren e insuficiencias de patologías vasculares periféricas.
Entre otras, debemos recordar las manifestaciones de la médica Dra. Carol Black, Presidenta del Colegio Real de Médicos de Londres y profesora de distintos establecimientos académicos, quien ha recomendando la terapia gravitacional entre otras formas de tratamiento.
El médico cardiólogo español Dr. David Cardús, profesor del Bayor Collage of Medicina, en Houston Texas –quien se desempeña desde hace más de 30 años en la NASA- indica este tratamiento para las patologías anteriormente mencionadas y de manera especial para enfermos postrados por períodos prolongados.
Las médicas Dras. Elida y Maria Eloisa Isasi efectúan esta terapia en la Ciudad de Montevideo. Uruguay, desde hace mas de 20 años, siendo las pioneras en nuestra región con resultados obtenidos asombrosos.
La lista de investigadores, propulsores y ejecutores de esta terapia es extensa y existe concordancia en sus manifestaciones generales.
Esta terapia consiste en un procedimiento terapéutico, donde se logra la liberación de mediadores bioquímicos (dilatadores) entre ellos el óxido nítrico y la hormona prostaciclina. Liberación producida por el trabajo (stress) gravitacional, de diferentes magnitudes, sobre el endotelio vascular.
Nuestros protocolos efectuados sobre 187 pacientes, que han sido sometidos a una aceleración gravitacional artificial, nos permiten vislumbrar una notable mejoría y la producción de los siguientes cambios biofísicos:
• Aumento de la saturación de oxígeno en la sangre. Comprobado por oximetría.
• Disminución de la frecuencia cardíaca, entre valores del 3 al 8 %.
• Disminución de los procesos edematosos existentes.
• Elongación general del cuerpo, entre 0,3 a 0,5 cm. Valores obtenidos por medición pre y post tratamiento.
• Cambio de coloración de la epidermis.
• Excreción de orina, post tratamiento.
• Cambios de la acidosis cutánea.
• Indicados por medición con peachímetro digital acoplado a electrodo plano.
• Disminución del dolor en pacientes con dolores articulares generalizados.
• Relajación muscular
Todos estos aspectos coyunturales clínicos, nos llevan a las siguientes conclusiones:
La aceleración gravitacional genera principalmente la aceleración de los fluidos sanguíneos, dando origen a la vasodilatación . Este aumento de diámetro produce una disminución de la frecuencia cardíaca, por cuanto el volumen de sangre a transitar encuentra menor resistencia. Por otro lado, el circuito sanguíneo consta de una circulación central para sus sólidos y otra periférica para el plasma. Al producirse una aceleración (fuerza externa biofísica) el flujo central sólido se desplaza por la fuerza centrífuga hacia la periferia de la luz de los vasos.
Este fuerte contacto de los elementos sólidos de la sangre (eritrocitos, leucocitos y plaquetas) sobre el borde interno de los vasos – endotelio – produce una rápida inducción de sustancias vasodilatadoras, como son el oxido nítrico y las prostaciclinas . Por esta causa la pared muscular del vaso se dilata.
Efecto del óxido nítrico en la vasodilatación.
A consecuencia de la disminución de la resistencia vascular y de la aceleración del circuito sanguíneo, todo esto sin gasto cardíaco extra, encontramos una disminución de la frecuencia cardíaca y una aceleración de los ciclos sanguíneos; en períodos normales comparativos.
Este proceso convive con: una mayor transferencia de oxígeno, con el aumento del metabolismo del glóbulo rojo y con las posteriores consecuencias benéficas de esta mayor oxígenación (como el aumento del sistema redox, aceleración del ciclo de Krebs y la liberación de mediadores).
Una centrifugación periférica acelerada produce, en el interior de los vasos, el desplazamiento de los fluidos y humores ejerciendo una fuerza centrípeta impulsora hacia los bordes de fuga, como una real fuerza centrífuga. Esto nos indica que, la misma formación de polaridades de las dos fuerzas es ejercida simultáneamente en todo el organismo y en forma localizada.
La mayor aceleración inducida produce un mayor riego sanguíneo a todos los sistemas, favoreciendo a los sistemas articulares, principalmente a: ligamentos, tendones y partes blandas del cuerpo. Esto se traduce en el aumento drástico de su flexibilidad, elasticidad e hidratación.
Del total de pacientes acreditados y tratados, la mejoría obtenida se resume en un 85% en las primeras sesiones.
Mejoría que perdura en el tiempo sin ser necesaria la administración de fármacos específicos.
Dr. Roberto D. Trombetta
MN 32438 - MP 32173
Centro Argentino de Hipergravedad
Asociación Argentina del Ozono