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Se entiende por REUMATISMO -o mejor expresado enfermedad o infección reumática- a una afección infecciosa, no contagiosa, producida por agentes microbianos que se localizan en músculos y/o bolsas sinoviales de las articulaciones para después invadir otros órganos.
Esta enfermedad tiene como primera sintomatología un proceso inflamatorio en la zona afectada. Este proceso, es un aparato de defensa de nuestro organismo ante el agente invasor. Además de la inflamación, siempre viene acompañado por un excesivo CALOR, RUBOR (Zona colorada), DOLOR y por último, éstos llegan hasta la INMOVILIDAD de la articulación. En esta fase de la afección, se puede tipificar como ARTRITIS (Inflamación de una o varias articulaciones) o ARTROSIS, si el proceso llegó a ser crónico y degenerativo.
¿Cómo se defiende nuestro organismo?
Aumentando el flujo de sangre en la zona afectada, causando el consabido:

• CALOR
• DOLOR
• RUBOR
• HINCHAZÓN

En la mayoría de los casos son los gérmenes invasores que ponen en marcha el proceso de inflamación. En algunos casos esta inflamación es intensa, produciéndose estados febriles como acción inmunitaria (mecanismo de defensa). 
En otros casos se produce otra afección llamada GOTA. Ésta es producida por acumulación de ácido úrico y provoca por episodios de dolor e inflamación (generalmente nocturnos) que afectan las articulaciones del dedo gordo del pie, debido a procesos metabólicos, y esta afección es irradiada a otras articulaciones.
En la actualidad existen diversos tratamientos y/o medicamentos que actúan como antiinflamatorios y aliviadores del dolor.
La OZONOTERAPIA, tratamiento por gas ozono, es inocuo, no tiene contraindicaciones y actúa sobre la zona a tratar sin pasar por los distintos órganos de metabolización, que algunas veces complican a nuestro organismo.
El gas es suministrado a una presión suficiente por diversas técnicas, aliviando el dolor y produciendo una rápida movilidad en la articulación. También actúa en tratamientos hemipléjicos donde reactiva la zona afectada del miembro, aumentando su irrigación sanguínea, elevando el metabolismo muscular y su funcionabilidad, pudiendo reactivar las zonas comprometidas.
Por otro lado, el gas OZONO se encuentra dotado de propiedades bactericidas de los humores del organismo, llegado a su curación clínica mediante tratamientos sucesivos.